domingo, 7 de febrero de 2010

¿Ves? Ya está. Ya puedes. O ¿no? Si, yo sé que sí.
Mira, ven. Quiero que te sientes a mi lado aunque sea en el suelo. No parpadees, aunque tengas los ojos como pasas, ni se te ocurra parpadear. Ni te muevas. Sólo respira y mírame. Y ahora, ¿ves? Me has sonreído. ¿Ves? ¿Ves como puedes?
Sé que las palabras se las lleva el viento, por eso, mírame, coño, pero ¿quieres mirarme? Que estoy aquí, joder, a tu lado. Que no me he ido, que no me voy a ir. Que no me quites la mirada. Que me mires a los ojos. Que sé que hace frío. Que sí. Tanto fuera como dentro. Tanto en tu corazón como en mi corazón. Que son días grises, que sí.
Pero que nadie va a arañarte el corazón. Grita. ¿Quieres? Bien. Pues gritaremos. Gritaremos de rabia, de dolor, de euforia, de frío. Gritaremos porque sí. Me arde. El corazón. El agua salada resbala por mis mejillas, y las olas me golpean contra las rocas. Joder, tengo frío.
Me gusta el gris. Y sigo teniendo frío.
¿Hace falta que te lo vuelva a repetir? No te lo mereces.

1 comentario:

  1. a mi tambien me gusta el gris y tengo un frío que pela..qué cosas.
    un besazo preciosa:)

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