domingo, 7 de julio de 2013

Domingo.

Es curioso, porque no te das cuenta que cuando me pides palabras y a mí no me salen, es porque me dejan muda y escapan, muertas de vergüenza, al mirarte a los ojos.
Y que cuando pronuncio tu nombre, todo mi alrededor se gira y envidia mi boca por poder llamarte. Pero, sobre todo, se muerden los puños cuando me ven besarte. Porque no sé qué más haré en mi vida, que planes tengo muchos, y sueños más, pero mira qué te digo, que besarte es, creo, de lo que mejor se me da. 
Y que al igual que no puedo decirte siempre, no puedo gritar un nunca. Ya que el miedo sigue atado, invisible, en una de las patas de mi cama. Pero creo que cada vez aparece menos; cada vez que siento tu sonrisa en mi iris. Y con tu risa y la mía juntas, que supongo es algo similar a un tornado que arrasa con todo lo que intenta ponerse en medio.
Esto es parecido a algo que leí algún día en no sé dónde, "voy a espantar tus miedos, echándolos a andar y haciendo que llores soles", a lo mejor fue en un sueño que dejaste entre tu nuca y mi almohada un domingo igual de triste que hoy, no lo sé muy bien ahora. De todas formas, me lo dejaste grabado en algún lado cerca del órgano que nos permite vivir (y a mí vivirte), y ahora siempre que lloro, son sonrisas.

Las palabras tienen más peligro que los hechos, esto tú y yo lo sabemos muy bien. Pero yo, te prometo que ya he soplado muy fuerte a aquellas que se quedaron en el aire y tapaban mis soles. Te lo prometo de verdad.

Sólo espero que los hechos no acaben en el suelo, y pisados. Y que, podamos seguir, porque después de que Madrid me haya visto contigo de la mano, lo único que me falta es que las huellas de la misma playa que  tú hace meses destrozaste para ponerla patas arriba, no se borren tan fácilmente con tanto mar.

Mar es amar omitiendo una letra, o amar es el mar añadiendo la A de tu nombre... y qué quieres que te diga... yo voy a seguir bañándome en ti por muchísimo más tiempo.

martes, 7 de mayo de 2013

Vida eres tú.

Que aquél que dijo que
lo bueno si es breve,
es dos veces bueno
no te conocía.

Porque no ha probado
tus besos, ni tus abrazos
ni te ha comido con las manos
ni te ha follado con miradas.

Porque no ha sentido el calor de tu piel
ni ha visto cómo tus brazos se acoplan
perfectamente
a las curvas de mi cuerpo.

Porque no ha escuchado
la melodía tan perfecta que compones,
sin saberlo,
para esta, interminable, canción.
(ni tus gemidos,
que ojalá sean interminables
en mi cama)

Porque no conoce todas las sonrisas que guardas.
Ni la magia que se esconde en tus suspiros.
Ni mucho menos sabe,
que todo mi dolor
lo transformas en risa.

Que cualquier palabra que sale de tu boca
es poesía.
Y que poesía,
a su vez,
es girarme y notar cómo me abrazas por la espalda,
y me acaricias los párpados
y me besas los sueños,
y entonces,
en mi vida,
sólo existe una estación
-y no es la de tren-
eres tú, Verano.

Que lo que será de mí,
sólo lo encuentro en un "seremos".
Y que tras tenerte de todas las formas posibles,
el miedo es ridículo
comparado con tu ausencia.


Si aquél te conociese,
Amor,
entendería que ni toda una vida
es suficiente.









Y preguntas qué es Primavera,
mientras las flores te abrazan los pies.
...
Joder,
perdóname Mayo,
estaba enamorándome (de) la Vida.

domingo, 21 de abril de 2013

Hasta siempre.


Me prometiste el cielo
y juraste el infierno
mientras ardías sobre mí.
Y yo te complacía regalándote 
verdades y sonrisas
de las que te reías, mientras caminabas de mi mano.
Era la estúpida más morena a la que mentiste.
Supongo que no la única.
Siempre se te dio tan bien eso.
Eso de hacer volar,
estando anclada a tu barco.

Tienes el don de aparecer y remover todo lo que encuentras a tu paso.
Y lo repites, después de que el breve capítulo de un cuento
cure mis heridas y logre recomponerme de tus labios.
Vuelves, sin llamarte.
A sabiendas de que escueces.
A sabiendas de tus destrozos.

Quería ser tu musa y recuerdo.
Tu pluma y papel.
Tu amor más posible.
Tu lágrima dulce.
Tu ave fénix.

Pero ante mí, y ante el amor
estaba tu ego, cariño.
Y contra él no pude luchar.
Ni pude, ni quise.
Y ojalá, algún día,
ojalá,
te des cuenta de que el mayor dolor
es la ausencia del amor
que tú mismo creas.

Tenía que escribir esto,
algún día.
El día en el que escuchar tu canción
no supusiera que mis ojos se aguaran.
Ese día es hoy.
Hasta siempre, Primavera.



"Cuídate, nos debemos la vida.
Vuelve pronto, y se fue con las flores."