sábado, 26 de febrero de 2011

punto y coma.

Que si días pares y café con pepitas de chocolate. El querer no es poder, ni mucho menos. Que si tú me dices arre, yo, claramente voy a hacer so.
Asimilar la realidad nunca ha sido mi fuerte, qué jodida putada, amiga.
Creo que me enamoraría de la persona que me tocase Comptine D'un autre été, L'Aprés midi sin yo pedírselo en una noche que no tuviese nada de especial.
Busco algo no sé dónde ni por qué. Ser el gnomito de Amélie, ¿no te parece?
Irme de aquí o de allí, qué más da. Saber que existe algo con tendencia a, que nadie más pueda entender. ¿Me enseñas a tocar el saxofón? Quiero tocar el saxofón y el piano, pero más el saxofón, claro.
Borrar, eso sí que no tiene sentido. Contar tus lunares, eso sí.
¿Por qué no dejas de pensar en ti? La pena de que el tiempo consiga hacer olvidar tanto.
Igual que un treinta de febrero. Los tres minutos de adelantamiento de reloj. O cuatro.

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