A veces
me canso de tirar
contigo para arriba
y de cargar
con el peso
de cuatro hombros
sin ver
ningún
tipo
de
agradecimiento.
Pero luego,
luego veo tu sonrisa
y todo esto
se me olvida
y
me siento absurda
por pensarlo.
El sol está ahí,
dentro de tus ojos,
por
eso
sigo
tirando
de
ti,
porque en ti
encuentro
el calor
y
la luz
que necesito.
Y ya está.
Punto y final.
No hay
que
seguir buscando
más
por
qués.
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