viernes, 24 de septiembre de 2010

Venga, conóceme.

Me gusta la música, mejor dicho, necesito la música para (sobre)vivir. Me gusta leer. Cuando me engancho a un libro puedo estar todo un día leyendo. Ver películas en mi casa los domingos con un chocolate caliente entre mis manos. Prefiero hacer los regalos antes de que me los hagan a mí. Aunque creo que esto la gente se lo ha tomado tan a pecho que... bueno, pues eso. Adoro reír. Pero reír de verdad, con ganas. Y sonreír. Creo que es mi filosofía de vida. Soy una soñadora empedernida. Sueño de pie, sentada y dormida. Casi siempre me acuerdo de mis sueños y últimamente están siendo algo feos.Mi madre dice que nací soñando. Mi padre, en cambio, que nací con Sabina debajo del brazo, si, si. En vez de nanas me cantaba 'Princesa Barbie Superstar'.Me encanta pasear escuchando música. Las mentiras piadosas. Y la lluvia. Adoro la lluvia aunque muchas veces me ponga de mal humor. Nunca llevo paraguas a mano. Me incordian. Me gusta empaparme de gotitas de agua.Estar con mi familia. Sobre todo en fechas que no son comunes. Porque así puedo ver que no somos como los demás.La Navidad, me encanta la Navidad. Sobre todo porque hace frío. Y... me chifla el frío. Ponerme jerseys de cuello vuelto y por encima una bufanda y aún así, congelarme en esta cuidad.Hacer feliz a personas, mis personas. La lasaña y la pizza barbacoa.

La India, Turquía e Italia. Argentina... si, tal vez, pero sólo para encontrar a mis argentino ricachón y forrarme. Y... Copenhage, pero Copenhage con alguien especial.Las camisetas a rallas, sobre todo azules y blancas. Los jerseys grises.Los pendientes y mis anillos. Los bolsos y los pañuelos/bufandas/pasminas. La nieve. Dormirme encima del pecho de alguien escuchándole respirar.Abrazar. Pienso que los abrazos deberían ser obligatorios. Los besitos en la nariz.Andar por la calle de la mano de alguien especial me da verdadera seguridad.Llegar tarde. No es que me guste, pero siempre lo hago.Las mandarinas, y su olor.  Me gusta que los chicos huelan a algo, me fijo más, vaya.Tengo una canción, o varias, para todas mis personas especiales y me gusta.Oler las sábanas limpias. Taparme hasta arriba en invierno y... si te descuidas, en verano.Los amaneceres, pero sobre todo los atardeceres, los de color naranja.Los mensajes de buenas noches. O los de buenos días (princesa).Los ataques de risa, me siento completamente feliz. Hacer que alguien sonría.Las sonrisas regaladas con sonrisas. Releer cartas de hace años. Ver fotos antiguas con mi abuela y que me cuente sus historias.Acordarme de ellos, me hace sentir viva.

Las fotos. Captar momentos para toda la vida. Los micromundos de macrosentimientos.Las miradas, sinceras y profundas. Me gusta mirar a los ojos cuando hablo con alguien pero hay en ocasiones contadas en las que me da vergüenza y la desvío continuamente.Que me miren cuando hablo. Las cosas pequeñas pero importantes. Acordarme de las personas por su olor. Las miradas que lo dicen todo.Me encanta que me despierten tocándome el pelo... y dormirme mientras me acarician la cara. Me encanta dormir. Para mí es un verdadero placer. Me cuesta compartir sentimientos profundos y que me duelen, aunque eso poca gente lo sabe. No me gusta parecer débil, aunque en verdad lo sea. Me hago la fuerte ante cualquier situación, me 'automotivo'.
Los chistes... sobre todo contarlos. Hacer bizcochos con mi madre los domingos.
El baloncesto y el Baskonia. ¡Ah! Y Serkan Erdogan, Mirza Teletovic y Theodoros Papaloukas.

Las estrellas. Mis estrellas, me encantan y las necesito. Escuchar Marea mientras me ducho, me visto, hago los deberes, estoy por casa o en la calle... en fin, que me encanta Marea. Kutxi es mi Dios y mi tranquilizante. Rulo le acompaña. Y últimamente Vetusta Morla. Me gusta Jorge Ruiz. No. Miento. No me gusta, estoy enamorada de él.
Viajar. Conocer gente nueva e impregnarme de sus vidas y sus sueños.Que me miren y sonrían. Que les mire y sonreír. Las nubes, y seguir su trayectoria. Imaginar la forma que tienen y reírme sola. Hacer cosas que nadie más entiende.Pensar. Cuestionarme. Ponerme a prueba. El humo saliendo por las chimeneas. La infinidad del mar. La luna.Mis ojos. Que me brillen. Las manos de los chicos, sobre todo si son finitas, como de pianista. Los silencios cómodos. Mis apellidos. Que me miren a los ojos. Mirar a los ojos. El número 10.

El olor a tierra mojada. Las tormentas de verano. Bañarme. Llorar. Si. Me encanta desahogarme aunque me sienta desprotegida. El café capuccino. Que me quieran, pero sobre todo querer. Me encantan las personas a las que se les notan las clavículas, no mucho, un poquito. El calor de la piel. Los ojos de mi madre. Las pecas en la espalda y en los pómulos. El sonido de las teclas al teclear. Escuchar y que me escuchen. Poder ayudar. El crujido de las hojas en otoño. Las castañas. El arbolito de Navidad y decorar la casa con mi madre. Mis primas. Recibir llamadas inesperadas. Dormir agarrando la almohada con las piernas. Ir al cine. Escribir; sobre todo los domingos. Hacer cosquillas. Cantar. Decir te quiero. Y sentirlo. Llevar las contraria a diez personas, saber que no tengo razón y seguir insistiendo. Hacer rabiar a mis amigas. Discutir con mi padre y que acabe dándome la razón. También me gusta cantar con él sobre todo a Sabina mientras limpiamos la casa. Escuchar a mi madre cantar con los cascos puestos, bueno, esto no me gusta, es realmente horroroso, pero me divierte. Jugar con mi gata haciendo que persiga mis pies. Hacer como que hablo en inglés e inventarme palabras. El olor al pasar por al lado de una panadería. Las piruletas de corazón. Los Risketos. Un barco en medio del mar. Recordar. El nombre Lucas. La playa. Terminar lo que empiezo.

Los detalles. DE-TA-LLES. Morirme y revivirme el mismo día. La incertidumbre, por mucho que duela. Pasear descalza por la playa de noche. Los reencuentros. Escribir sin abreviar. Escuchar voces que echo de menos. Los Hombres de Paco. Escribir mi nombre en el baho del espejo después de ducharme. Encuentros casuales a una hora exacta. Estar escuchando una canción en mi iPod, poner la radio y que sea esa misma. Cuando me río por todo. Las rebajas. Hablar. El gris. Que me recuerden que soy importante. Los masajes en la espalda, aunque casi siempre me toque darlos a mí. Los gofres de chocolate de la feria de Torrevieja. Quedarme despierta hasta las tantas por escribir, esto mismo, por ejemplo, aunque nadie lo lea. Y sobre todo, sentir.

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