sábado, 12 de diciembre de 2009

-Yo soy como los gatos, si caigo, caigo de pie. No soy de las que veras llorando por todas las esquinas. Suelo ser bastante fuerte, o al menos eso me gusta aparentar. He aprendido a callar las palabras, aunque todavía me queda aprender a callar al corazón que es un rebelde empedernido, inoportuno y chillón. Hay días en los que exploto y la pago con quien no la tengo que pagar. Uno de esos días cero, que prefiero no recordar. Así soy yo, y ni me gusta ni me deja de gustar. Quizá algún día me arrepienta de todo esto. Y quizá, solo quizá, ya sea tarde para cambiar.

2 comentarios:

  1. podrás educar tu genio, tus poses , pero el corazón ¡¡¡- te deseo suerte, querida eme, te espera una gran empresa, abrazos de navidad para ti y tu dios

    ResponderEliminar
  2. No hace falta cambiar. Cada uno es como es y punto. A veces mejor así. Un besazo enorme!

    ResponderEliminar