Vivo y por eso me tumbo en las piedras mirándote hasta el mediodía. Si me acompañas no tengo por eso ni hambre, ni frío, ni miedo, ni sueño. Vivo y por eso tumbada en la hierba mirándome hasta el mediodía. No tengas si estoy contigo ni hambre, ni frío, ni miedo, ni sueño.
Porque a veces se cruzan dos ríos en las noches de Diciembre.
Porque no sé de donde ha salido toda una vida sin verte...
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