domingo, 1 de noviembre de 2009

Si que era consciente de la gente tan asquerosa que existe en este mundo, que hace cosas simplemente por satisfacer sus necesidades, por estar bien o reírse a costa de los sentimientos de otras personas. ¿Sabes? Nunca jamás, en mi puta vida, se me habría pasado por la cabeza hacerte daño, nunca. La explicación es muy simple, por todo que fuiste. Veo que a ti mucho no te dolió, o qué digo por dios, quizá hasta te haría gracia. Me parece tan ridículo. Tú eres ridículo. Bueno y aparte de ridículo, gilipollas.
La verdad es que al principio, cuando todo terminó, me dabas lástima. Y para qué negarlo, yo te seguía queriendo. Porque creo que como te he repetido cientos de veces y es lógico, no se deja de querer a alguien de la noche a la mañana, ¿o si? bueno, no sé si todo el mundo, pero yo no. Si, todo acaba saliendo a la luz, digo yo, vaya. Que como esta el dicho, se le pilla antes al mentiroso que al cojo. Y que cojones, tu no eres un mentiroso, eres un cabrón de mierda. Y ahora que ya e dicho todo lo que tenía que decir, puedes tirarte a todas las que te salga del puto nabo, gilipollas.

Hay hechos que demuestran más que un millón de palabras, gracias por demostrarme la mierda que eres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario